Suplementos alimenticios

Los suplementos alimentarios son vitaminas y minerales disponibles en forma de comprimidos, líquidos, cápsulas o en polvo. En ocasiones se utiliza el término suplemento para referirse a los productos con extractos de plantas, aminoácidos y aceites de pescado.


Si una persona nace sana y sigue una dieta equilibrada y rica en nutrientes, además bebe gran cantidad de agua y practica ejercicio con regularidad, no necesitará la ingester a de ningún tipo de suplementos.

No obstante, el ritmo de vida y la alimentación impuestos por el mundo industrializado dista de ser perfecto, sobre todo porque gran parte de los alimentos que se consumen están procesados.

Lo que supone la ingesta de alimentos procesados tiene que ver con que dichos alimentos son muy ricos en grasas y azúcares pero, a su vez, son muy pobres en sustancias nutritivas, por lo que los suplementos alimentarios cobrar importancia.

Un ejemplo paradigmático del hecho anterior de los alimentos procesados es el trigo. Durante el refinado del trigo se pierden hasta 25 nutrientes y tan sólo quedan cuatro, que son el hierro, vitaminas B1 y B2 y niacina.

Las autoridades sanitarias, como la Organización Mundial de la Salud, establecen unas cantidades diarias recomendadas que garanticen un mínimo indispensable para la supervivencia, con un margen adicional de seguridad.

Las cantidades de las etiquetas de los alimentos no tienen en cuenta algo tan básico como el conjunto de circunstancias personales que inciden en las necesidades nutricionales de una persona.

En los últimos tiempos se ha impuesto una tendencia por la que se ha exagerado mucho sobre los supuestos beneficios que reporta el consumo regular de suplementos alimentarios de tipo vitamínico o de minerales.

De hecho, los estados carenciales son muy escasos, mientras que la hipervitaminosis de algunas vitaminas, como pueden ser la A y la D, resulta, en último término, perjudicial para el organismo.

Así pues, las únicas personas que deberían tomar estos suplementos alimentarios son aquellas que sigan una alimentación pobre o bien que tengan determinados tipos de problemas de salud.

La mayoría de los suplementos proporcionan la cantidad diaria recomendada de vitaminas y minerales e incluso más. Algunos, además, incluyen ciertas sustancias que todavía no disponen de una CDR, pero que se sabe que son importantes para la salud.

La ingesta de los suplementos se debe hacer a intervalos regulares durante el día, durante o después de la comida, de manera que se absorban con los alimentos. Si debemos tomar varios a la vez, mejor hacerlo al finalizar la comida principal del día.

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