Padres estresados, niños obesos

Los padres con mucho estrés tienen más probabilidad de tener hijos obesos.

Los resultados de un nuevo estudio muestra que cuando los padres perciben que están estresados, sus hijos consumen comida rápida con más frecuencia que los niños cuyos padres se sienten menos estresados.

Entre los factores de estrés parental asociados a la obesidad infantil destacan el tener una salud física y mental pobre, las dificultades financieras y pertenecer a una familia monoparental.

Los investigadores analizaron la percepción subjetiva de 2119 padres, que fueron entrevistados telefónicamente, con niños de entre 3 y 17 años, de los cuales 25% eran obesos.

Entre las variables relacionadas con factores de estrés parental se incluyó la percepción de estrés por los padres, la edad, la raza, la calidad de la salud y el sexo de los niños, los niveles de educación de los adultos, el índice de masa corporal, la calidad del sueño, y las variables relacionadas con la obesidad infantil se incluyó el consumo de comida rápida, de frutas y verduras y la actividad física.

Se encontró una asociación entre el estrés percibido por los padres y un consumo más frecuente de comida rápida por los niños.


De los factores de estrés medidos, los hogares monoparentales tenían una relación más fuerte con la obesidad infantil, mientras que las dificultades financieras estuvieron más relacionadas con los niños que realizaban menos cantidad de actividad física. 

La comida rápida, que a menudo contienen altas cantidades de grasa y azúcar, es un importante factor de riesgo para la obesidad y la salud infantil.

Los investigadores especulan que los padres que sufren estrés tienden a comprar más comida rápida, para ahorrar tiempo o para reducir las exigencias de la preparación de la comida.

El estrés parental real y percibido puede además provocar una menor supervisión de los niños, quienes pueden consumir mayor cantidad de alimentos poco saludables y reducir su actividad física.